Naturaleza


jueves, 28 de junio de 2012

¿Cómo Proteger a Tu Bebé del Sol?

-Evita llevar a los bebés menores de 6 meses a la playa, ya que su piel no está preparada para aplicarles crema solar y podría causarles reacciones alérgicas. Además la piel de los bebés es  un 50% más fina que la de un adulto y no producen melanina para protegerse. Tienen menos capacidad para refrescarse y se deshidrata más rápidamente por lo tanto una quemadura sería más grave.

-Si tu bebé tiene más de 8 meses puedes llevarlo a la playa o la piscina pero fuera de los horarios de mayor riesgo, antes de las 11.00h y después de las 17.00h, y tomando las precauciones adecuadas.

-Protege su piel con una crema de protección solar 30 ó superior y que sea resistente al agua. Aplícala 30 minutos antes de llegar a la playa o a la piscina, y repite su aplicación cada 2 horas; después de un baño prolongado o si ha sudado mucho; y siempre con la piel seca.


-La primera vez que le apliques la crema protectora es conveniente hacer una prueba en la cara interna del antebrazo para asegurarte de que la tolera bien.

-Asegúrate de extenderle bien la crema por todo el cuerpo, haciendo hincapié en las zonas más sensibles que a veces olvidamos como son los pies, las manos, la nuca y las orejas.

-Ten en cuenta que la piel de los bebés al ser más fina también es más permeable, por lo que absorbe con más facilidad las sustancias de la crema hidratante, leche solar, gel y champú que utilices. Por eso es importante utilizar productos adecuados para bebés libre de sustancias tóxicas que puedan producir reacciones alérgicas.

-Protege a tu bebé del sol directo, y ponle siempre un gorro y ropa muy fina de algodón y de colores claros, que proteja bien su piel, incluidos brazos y piernas.
Aunque esté debajo de una sombrilla o toldo, ten en cuenta que la sombra por sí sola no es suficiente protección ya que la arena también refleja la radiación solar  y se puede quemar igualmente.

-Recuerda proteger igualmente la piel de tu bebé cuando sales de paseo.

-Es importante ofrecerle agua a menudo ya que los bebés y niños pequeños pueden deshidratarse fácilmente.

Cuidados después del sol

-Tan importante es la protección antes del sol, como el cuidado posterior de su piel. Para evitar la irritación, sequedad o exfoliación de la piel, tienes que aplicar una crema hidratante adecuada para la fina y delicada piel de tu bebé, sin perfumes ni conservantes químicos.


Si existe quemadura o rojez en la piel, tanto en bebés, niños o adultos,  aplica  varias veces un gel de Aloe Vera Puro será para refrescar, calmar las molestias y acelerar la curación y desaparición de la quemadura. Después del Aloe aplica una Crema Hidratante Neutra sin perfumes ni químicos. 
En 24 horas las quemaduras de tercer grado habrán desaparecido. 

Cualquier quemadura en un lactante, debe ser valorada por el pediatra.

En principio todas las cremas pueden parecer iguales, pero no lo son.
Elige bien, porque lo primero es tu Bebé.

Te recomiendo que leas "Los Peligros del Sol"

Los Peligros del Sol

Sin duda el sol es muy beneficioso para nuestro organismo porque nos ayuda a sintetizar la vitamina D, tan necesaria para asimilar el calcio que necesitan nuestros huesos. Sin embargo, cada día somos más conscientes del peligro que corremos si no tomamos las medidas oportunas antes de exponernos al sol.

Las consecuencias visibles y directas de una exposición indebida al sol son las quemaduras, donde los síntomas son enrojecimiento de la piel, molestias y dolor en algunos casos. El peligro de las quemaduras es que sus consecuencias fatales suelen aparecer después de varias décadas, a través del cáncer de piel.

Sin embargo aunque no nos hayamos quemado, una exposición excesiva y prolongada al sol puede acarrear también serios problemas de salud.

Por un lado nuestro sistema inmunológico se debilita, nuestra piel se deshidrata, se reseca y envejece prematuramente.
Además, pueden aparecer problemas de cataratas en los ojos e incluso problemas de dermatitis a corto plazo en niños.
Y sobre todo, aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel en el futuro.

Es importante mencionar que el efecto negativo de los rayos ultravioletas del sol es acumulativo, es decir, que no desaparece aunque dejemos de tomar el sol. Se dice que la piel tiene memoria, y eso se debe a que los rayos ultravioletas del sol son absorbidos por nuestro ADN y una prolongada y excesiva exposición al sol puede producir alteraciones en las células, creando células anormales que pueden causar 2 tipos de cáncer: carcinoma (el cáncer de piel más común y menos grave, aunque necesita tratamiento) o melanoma (el cáncer de piel menos común pero más grave ya que puede propagarse desde la piel a otros órganos del cuerpo, pudiendo ser mortal si no se detecta a tiempo).

Lo preocupante es que estos tipos de cáncer de piel ya no se consideran una enfermedad exclusiva en personas mayores, sino que el porcentaje de gente afectada cada vez es mayor en adolescentes y jóvenes de 20 a 30 años.

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) afirma que en las últimas 3 décadas ha aumentado el índice de mortalidad por melanoma en España, siendo éste el tipo de cáncer más frecuente entre la población española y casi todos son el resultado de demasiada exposición al sol durante la niñez.


La buena noticia es que podemos reducir este riesgo considerablemente protegiendo del sol nuestra piel y la de nuestros hijos, inculcándoles desde pequeños unos buenos hábitos de protección y la importancia que ello supone.

Según las investigaciones de la Fundación del Cáncer de Piel,  y teniendo en cuenta que la mayor parte de la exposición solar se concentra en los primeros 18 años de una persona, la prevención desde los 6 meses y a lo largo de toda la adolescencia será la clave para evitar posibles tumores en el futuro, ya que se reduce enormemente el riesgo.

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